Esta receta me encanta porque en el momento que las hice empecé a pensar en las variantes que podía crear a partir de la receta base, con ralladura de limón o naranja, con decoración de chocolate o la base con chocolate, con canela, con jengibre,...
Son una galletas ideales para tomar el café por su finura y delicadeza. Pero en cuanto te tomas una no puedes parar, aunque debemos controlarnos.
- 100g de azúcar
- 100g de harina
- 4 cucharadas de aceite suave
- 1 huevo
- 2 cucharadas de leche
- Una pizca de sal
- 1/2 cdita de esencia de vainilla
Preparación:
Precalienta el horno a 190ºC.
En primer lugar, tamizamos la harina sobre un bol.
Agregamos el resto de ingredientes secos, mezclamos y formamos un pequeño hueco en el centro en forma de volcán.
A continuación, batimos el huevo para facilitar su integración en la masa y le incorporamos la leche, el aceite y la esencia de vainilla.
Ahora volcamos los ingredientes líquidos en el centro de los ingredientes secos y con una varilla (o una cuchara de madera) vamos integrando todos los ingredientes partiendo del centro para evitar que se creen grumos en la masa.
Una vez consigamos una mezcla homogénea y sin grumos, el resultado será una masa ligera aunque no líquida. Si quedase demasiado líquida, podemos añadir un poco de harina, pero sin pasarse para que queden unas pastas ligeras.
Con una cucharilla vamos vertiendo pequeñas cantidades de masa sobre una placa de horno cubierta con papel sulfurizado, intentado que nos quede una forma lo más circular posible. Dejamos un espacio de 2 ó 3 cm para que se expandan durante el horneado sin que se peguen unas a otras.
Horneamos durante 8 ó 10 minutos (dependiendo del horno) con calor arriba y abajo y con ventilador a 190 ºC, hasta que se doren los bordes de las galletas.
Finalmente, las dejamos reposar un par de minutos en la bandeja para que endurezca la base y las pasamos a una rejilla hasta que se enfríen por completo.
Lista para tomar!!
Buen provecho.-
En primer lugar, tamizamos la harina sobre un bol.
Agregamos el resto de ingredientes secos, mezclamos y formamos un pequeño hueco en el centro en forma de volcán.
A continuación, batimos el huevo para facilitar su integración en la masa y le incorporamos la leche, el aceite y la esencia de vainilla.
Ahora volcamos los ingredientes líquidos en el centro de los ingredientes secos y con una varilla (o una cuchara de madera) vamos integrando todos los ingredientes partiendo del centro para evitar que se creen grumos en la masa.
Una vez consigamos una mezcla homogénea y sin grumos, el resultado será una masa ligera aunque no líquida. Si quedase demasiado líquida, podemos añadir un poco de harina, pero sin pasarse para que queden unas pastas ligeras.
Con una cucharilla vamos vertiendo pequeñas cantidades de masa sobre una placa de horno cubierta con papel sulfurizado, intentado que nos quede una forma lo más circular posible. Dejamos un espacio de 2 ó 3 cm para que se expandan durante el horneado sin que se peguen unas a otras.
Horneamos durante 8 ó 10 minutos (dependiendo del horno) con calor arriba y abajo y con ventilador a 190 ºC, hasta que se doren los bordes de las galletas.
Finalmente, las dejamos reposar un par de minutos en la bandeja para que endurezca la base y las pasamos a una rejilla hasta que se enfríen por completo.
Lista para tomar!!
Buen provecho.-
No hay comentarios:
Publicar un comentario